Hablemos de caca



La caca es aquello que nos da vergüenza, aquello de lo que no se habla y provoca asco, náuseas, repulsión. Aquello que todos hacemos pero que silenciamos.

Cada vez que cruzo la calle por cualquier lado y no por la esquina* como debe ser, recuerdo a mi papá. Apuraba la perilla para bajar el vidrio del auto (no teníamos un auto con los alzacristales automáticos), y gritaba al peatón: “apurá, que te voy a levantar como aca* en pala". Todavía me provoca una risa desmedida esa expresión. Me imaginaba la escena que después se tradujo en un fondo de pantalla muy usado.
 Mi mamá decía: “ya me voy a hacer un collar de aca y me lo voy a colgar, y seguro todas van a andar con collares iguales”. No la entendía, no lograba entender el sacrificio personal en pos de un escarmiento a la falta de iniciativa y creatividad. Hoy la entiendo a la perfección y me molesta. No tanto como me molesta la actitud de algunas personas que te están mirando para ver qué pueden sacarte, qué pueden imitar para generar réditos que trascienden el bien individual. ¿Qué más quieren? ¿Mi sangre? (Por si acaso no pregunto y sigo firme en el club de donadores de sangre AB+).
Mi mamá también tenía una explicación para las pecas. Decía que te habían tirado con caca y te habías atajado con un colador.
 Creo que las buenas acciones engendran buenas acciones y que hay más personas buenas que malas. Aunque basta un solo hijo de mierda para echarlo todo a perder. No voy a dar nombres porque seguro se te vinieron muchos a la cabeza.
 Hay una mujer que saca su perra a pasear todas las mañanas y la hace usar de baño la vereda de mi casa. Una vez la chisté y le pedí que levante la caca de su perra, se rió y siguió como si nada. ¡Cómo me gustaría tener un elefante de mascota y llevarlo a pasear por la vereda de su casa!
 Una escritora española que admiro mucho escribió sobre la pauperización de la lengua por el uso desmedido de gifs y emoticones cuyo significado nadie termina de comprender y son utilizados como comodines. “Si no tenés qué decir, no digas nada" dice, más o menos.
 Hay un cuento breve de Cortázar, “Lucas, sus pudores", que describe las vergüenzas de hacer caca y pedorrearse en uno de esos departamentos modernos de paredes que dejan escuchar todo. Los otros invitados corren sus sillas para disimular el ruido y disimulan el olor.
Cuando era chica creía que las mujeres hermosas:
 1. No sufrían por amor
2. No iban al baño Pero no hay quien puede evitarlo sin enfermarse (por lo menos, hasta donde yo sé).
 Uno de los ítems de aprobación en algunas cátedras se vincula con “desterrar el vocabulario escatológico”. La caca es escatológica y escandalosa y te puede hacer desaprobar algunas materias.
 Son innumerables los modos de nombrarla: comienzan con el “popó" de la primera infancia y llegan hasta ese silencio decoroso de otras generaciones.
 Cuando mi hija era chica, saludaba al “Señor Cerote" antes de que desapareciera por el inodoro. Hacer caca era una fiesta diaria. Es algo que yo había aprendido de chica. ¿Será una de esas tradiciones familiares?
 Hay una caca mala, esa que crece en esas personas de las que hablamos antes. Es una lástima la proliferación de personas caca, pero es peor el séquito de obsecuentes a su alrededor, que son como las moscas que vuelan alrededor de las tortas que dejan los animales en el campo (o en otros lugares).
 En contraposición, es genial que haya personas creativas como Luis María Pescetti que desmitifican y descomprimen escribiendo y cantando sobre la caca.
 Me divierte el emoticón de caquita feliz y las expresiones populares vinculadas con ella.
Podría escribir una oda a la caca e invitar a algunos amigos y amigas escritores a hacer lo propio (aunque seguramente ya lo estarán haciendo y, acaso, funciona mejor que el collar que sugería mi mamá).

 Notas

 *En el extranjero, sí cruzo por donde corresponde, porque pienso en lo caro y engorroso que sería para mi familia trasladar mi cuerpo desde allí. Imaginate que ni las encomiendas llegan. Y cuando llegan, son carísimas.


 *En Jujuy, le decimos coloquialmente “aca” a la caca.

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Hola querida maestra. qué tema tan asqueroso, pero inevitable e inherente a todos, incluso, los que 'la cagamos' de vez en cuando.
Saludos desde Colombia.

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