Corte

 


I

Fui con una foto mía de uno de los momentos más felices.

Quería parecerme no a otra, sino a aquella que fui cuando era feliz.

Santiago me preguntó si estaba segura,

 antes de asentar la tijera. 

Sí.

40 centímetros de pelo se llevaron

 mil cicatrices y heridas

Hubo muchos instantes de plena felicidad

Mucha tristeza

Duelos

Llantos

Alegrías

Nacimientos

Celebraciones

Pérdidas

Con el pelo aparece una nueva Ildiko

Más vieja y serena

Menos caprichosa y triste

Más entusiasta y menos enojada

II

Me preguntó por qué me había ido

Me fui porque sentía que me estaba perdiendo

(a mí misma, a mi destino: no sobreviví tantas veces para ser una triste)

Me fui para cuidarme y abrazarme

Para refugiarme del desamor y las mentiras

Tanto me mintió que se creyó sus propias mentiras y se ahogó en ellas

¡Ahogarse en un mar de mentiras!

¡Qué decepcionada estaría Alicia!

No quería ahogarme y me fui

Y comí manzanas y arroz con leche

Y me corté el pelo

Con él no puedo reconstruir

 a la que había estado siendo, 

como quiere hacerlo Lydia Davis

 con su perro recién fallecido

Pero soy ésta

Tan diferente

Y tan parecida

A aquella foto en la que fui feliz

Me corté el pelo como quien amputa

el apéndice gangrenado

Y me quedé

Tan lejos y tan cerca de mí misma

Pisé pelo negro sobre suelo blanco

Y la vida me sabe a colores


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