Día de muertos




Han realizado las ofrendas de pan. Pusieron una mesa larga en el patio y toda la familia trabaja en unas formas amorfas de masa que pondrán a cocer en el gran horno donde también estarán el cerdo y el cordero. Celebran esta fecha como si fuera el cumpleaños de todos. La música a todo volumen debe perturbar a los vecinos, piensa ella. Es la primera vez que participa de esta celebración. La aceptaron como un miembro de la familia pero no lo es. No hace preguntas y mantiene una sonrisa todo el tiempo. La algarabía invade a la familia. Nadie fue a trabajar y están todos abocados a los preparativos. -Esta es para la abuela Etelvina-, sostiene la madre de su suegra. Todo tiene nombre y significado. Excepto la música fuerte. Va a buscar unas gaseosas a la cocina. Todos siguen en el patio. Escucha movimientos extraños. Deben ser visitas, parientes que aún no conozco, se dice y continúa sirviendo el líquido fresco en los vasos. Cohetes. No debían faltan en ninguna fiesta. Sale con la bandeja y se encuentra con los cuerpos ensangrentados de aquella familia. La música por fin se acalló.

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