Día del maestro

 11 de septiembre

 Celebramos el día del maestro en Argentina, en honor de Domingo Faustino Sarmiento, el gran maestro argentino, el “mejor estudiante", que nunca faltó a clases. Pero también autor de la dicotomía “civilización y barbarie", una perspectiva europeizante en la que “la civilización” corresponde a la cultura europea y “la barbarie” es lo autóctono, lo aborigen. Desde la configuración de nuestro país, construimos nuestra identidad en la creencia de culturas superiores (no diferentes, sino mejores y peores). Eso heredamos de nuestro prócer. Es loable la figura del maestro y repudiable la cosmovisión que destruye (o silencia) lo que había antes de la llegada de los conquistadores. En lo personal, he tenido los mejores maestros, que impulsaron a aprender, me guiaron hacia múltiples conocimientos, impactaron en mis emociones… También tuve otros maestros, aquellos que te maltratan, te ridiculizan, se burlan, impiden tu crecimiento y el desarrollo de tus competencias. Esos maestros pusieron un nubarrón de tormenta en el cielo calmo que habían construido los otros. Y también me enseñaron. Pero los peores son aquellos tibios, de los que no te acordás, que no pidieron (ni dieron) nada. Cumplieron su horario de trabajo y pasaron por tu vida sin ser notados. Indiferentes, silenciosos, sin pasión, grises. En este claroscuro de maestros,algunos dejan huellas. Otros, cicatrices. De ambos se aprende. A todos les agradezco.   

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