Sueños


A veces le atribuye un significado vinculado a las pocas salidas. Otras veces, a su imperiosa necesidad de complacer a quienes la rodean.
 Una agradable pareja le pide que busque algunas flores para ellos, y, ella, obediente, se interna en el bosque.
 La bestia huele el rojo sangre de sus labios, la piel blanca como la nieve, y el olor de su pelo negro como las ruedas del vehículo que desapareció sin dejar rastro.
Tiene un rifle que le robó a uno de los hombres que vive en la casa en la que está cautiva.
No es la primera vez que sueña con la bestia y no se va a dejar devorar. Vislumbra colmillos, aliento fétido y garras.
Espera que el cazador la rescate, pero despierta cuando el monstruo se le acerca peligrosamente. ¿Cuántos sueños tendrá que soñar para poder tirar y dar en el centro de la cabeza?
Cada noche el sueño se repite desde el mismo punto. No avanza la acción.
Cada noche despierta en el momento exacto en que está por disparar.
 Sigue soñando con la esperanza de, alguna vez, poder matar a su perseguidor.

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