Libro y película
Libro y película ¿cuál es tu preferido?
El desafío de lectura que
planteamos al inicio de este año propone leer un libro que se haya hecho
película (y ver la película) en el mes de junio.
Ildiko Nassr, San
Salvador de Jujuy, julio de 2019
Ya sabes lo mucho que me
gusta hablar de libros
Juliet Ashton

Luego de interminables
soliloquios sobre qué libro y película elegir, cuya lista incluye:
Libro
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Película
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La educación de las hadas, de
Didier van Cauwelaert
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La educación de un hada, dirigida
por José Luis Cuerda y protagonizada por Ricardo Darín, Irene Jacob y
Bebe
Guión de Didier van Cauwalaert (Premio Goya al
mejor guion adaptado, 2006)
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-Muchas
chicas son hadas que ignoran que lo son; no saben que son mágicas. Dios las
ha puesto en la Tierra para que las reactiven. Es parecido a lo que pasa con
los espías esos que nos enviaban los rusos. Les habían lavado el cerebro para
que quedaran amnésicos y olvidaran cuál era su objetivo. De este modo se
creían su falsa identidad. Un día los llamaban por teléfono y les decían la
clave que hacía que recuperaran la memoria, y entonces cumplían la misión
para la que los había programado.
(…)
-También
tienen sus marcas diferenciadoras (…) siempre hay algo que ayuda a
reconocerlas.
-¿Qué?
-…El pelo
les tapa las mejillas para que nadie vea las cicatrices.
-¿Qué
cicatrices?
-Es la
enfermedad de las hadas. Cuando se les pide que concedan un deseo, se rascan
las mejillas para pensar. Así, a fuerza de pensar, les quedan señales.
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El niño con el pijama de rayas, de
John Boyne
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El niño con el pijama de rayas, dirigida
por Mark Herman
Guion de Mark Herman
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Pero
alrededor de la casa nueva no había otras calles, ni nadie paseando
tranquilamente ni caminando con prisa, y por supuesto, tampoco ninguna tienda
ni puestos de fruta y verdura. Cuando cerraba los ojos, sólo notaba vacío y
frío alrededor, como si se hallara en el lugar más solitario del planeta. Era
como el fondo de la nada.
(…)-Ésta es
la amistad más rara que he tenido jamás.
-¿Por qué?-
preguntó Shmuel.
-Porque con
todos los otros niños que eran amigos míos podía jugar. Y nosotros nunca
jugamos. Lo único que hacemos es sentarnos aquí y hablar.
(…) hay que
mantenerlos juntos. (…) con los otros judíos, Bruno. ¿No lo sabías? (…) No
pueden mezclarse con nosotros.
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Comer en Italia,
rezar en India, amar en Indonesia, de Elizabeth
Gilbert
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Comer, rezar, amar, dirigida por
Ryan Murphy
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En mi
destino hay muchas cosas que se me escapan, pero hay otras que sí están bajo
mi jurisdicción. (…) Puedo elegir las palabras que uso y el tono de voz que
empleo para hablar con los demás. Y, por encima de todo, puedo elegir mis
pensamientos.
(…)-¿Qué es
esta vida? ¿Tú la entiendes? Yo, no.
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Opté por La sociedad literaria y del
pastel de piel de patata de Guernsey, de Mary Ann Shaffer y Annie
Barrows.
Un libro sobre libros y la
importancia de la lectura. Un libro sobre lectores que sobreviven a las
atrocidades de la guerra gracias a la lectura. Un libro de cartas que recuerda
al hermoso Papaíto piernas largas, de
Jean Webster. Múltiples narradores y múltiples historias se conjugan en este
libros que es de una lectura tan placentera que se siente una ausencia enorme
al terminar de leerlo.
Eso es lo
que me encanta de la lectura: uno enceuntra en un libro un detalle que le
despierta interés, y ese detalle lo lleva a otro libro, y allí encuentra otro
detalle que lo lleva a un tercer libro. (pág. 21)
En la página 63, uno de los
personajes, Isola Pribby, sostiene que los libros buenos impiden que disfrutemos de
los malos. Así es. Cuando descubrís el placer de la lectura, los buenos
libros, las buenas lecturas, ya no sos la misma persona. Hay algo que se
modifica en tu interior y nunca más
volvés a ser el mismo. Esto pasa con los libros pero no con las películas. ¿O sí?
Víctor Sklovsky reflexiona largamente respecto de
la “traducción” del lenguaje literario al cinematográfico: si no se
pueden modificar los sonidos de un poema sin modificar su esencia aún menos se
puede sustituir una palabra por una sombra gris-negra centelleante sobre la
pantalla (…) Casi nada de la novela puede ser transferido a la pantalla, casi
nada, salvo el mero argumento.
Sklovsky concluye que las tentativas de utilizar la literatura con
fines cinematográficos han acaba en fracaso, ya que, la novela narra y el film representa. La literatura tiende a provocar la fantasía e inteligencia del lector;
mientras que la imagen cinematográfica golpea inicialmente la sensibilidad.
Sin embargo, no deja de ser un buen ejercicio leer el libro
y ver la película o ver la película y leer el libro y conversar con un amigo
sobre estas diferencias.
¡Buena vida y buenas lecturas!
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