Entrevista a Ildiko Nassr

Entrevistamos a una de las mejores representantes de nuestra literatura. Ildiko Nassr, participa activamente en encuentros de escritores, es poeta, narradora y docente, autora de libros como Vida de perro o  Placeres cotidianos, entre otros, en esta entrevista nos cuenta un poco sobre su viaje a Berlín en donde estuvo como invitada en un ciclo dedicado a la microficción. 


Cómo fue tu experiencia en Berlín?, Qué hiciste por esas tierras?

Fue una experiencia maravillosa. Me invitaron a participar del Encuentro de Microficción Mikrowellen en el Insitituto de investigación y promoción de la literatura latinoamericana Lettretage. Yo no lo sabía pero aplicaron escritores de toda latinoamerica para participar y solo nos eligieron a Juan Romagnoli y a mí, de Argentina; y a Patricia Esteban Erles y Flavia Company de España.
Sesiones cerradas en Lettretage
Fueron jornadas de trabajo muy intensivo. Antes de viajar nos habían pedido microrrelatos y una pequeña conferencia de 15 minutos sobre el mismo. Fuimos cuatro escritores de habla hispana y ocho germanohablantes. Todos los textos estaban traducidos a ambos idiomas y contamos con traductores e intérpretes. Tuvimos sesiones abiertas al público (lecturas) y se contó con más asistencia de la esperada (tuvieron que cerrar las puertas y mucha gente quedó afuera)…
Las sesiones cerradas (de trabajo con los escritores) tuvieron una parte un poco más formal en la lectura de las conferencias, con su correspondiente traducción y el intercambio de inquietudes, principalmente sobre el oficio y las preguntas que uno se hace con una idea frente a una página en blanco…
Lo que más me gustó fueron los talleres con los escritores. Nos reunieron en parejas junto a un intérprete y nos pidieron que, después de la lectura de sus textos, analicemos el proceso creativo del mismo. Intenso.
Al llegar a Berlín, sentí que todos mis preconceptos se esfumaban de a poco. La frialdad y efectividad extremas con las que pensaba encontrarme trasmutaron en un abrazo cálido de algunas personas que no esperaba volver a ver. Me encontré con Esther Andradi, que fue nuestra guía. La había conocido muchos años antes en un encuentro de poetas en Buenos Aires. Intercambiamos libros y quedé con la sensación de que no nos volveríamos a ver… Berlín nos reencontró.
También, mientras caminaba por las calles de Berlín, en los días que nos quedaron libres, tuve la sensación de saber a dónde ir… Raro, como si hubiera estado antes allí… (cosa que nunca sucedió) El aroma de los tilos era como caminar por la San Martín abajo, pero por cuadras y cuadras…
En alemán cuidan mucho la naturaleza. Tienen una palabra para las hojas mientras están en el árbol. Otra, para indicar que están por caerse. Una más para las hojas que cayeron de un árbol en otoño. y varias más…
Me encantó.
Tendría que haber vuelto para la presentación del libro del Encuentro, pero se suspendió por la maldita crisis europea.

Cómo fue la recepcion de tu trabajo?
Me sorprendió muchísimo. Estaban representantes de la Embajada Argentina en Alemania y miembros del gobierno que auspiciaban este evento. También, docentes y alumnos de la Universidad Humbold. Uno espera que nadie lo conozca y pasar desapercibido. Pero no. Fue sorprendente porque no solo habían leído mis textos (de mi blog, al que tengo muy abandonado, supongo), sino que los habían estudiado y analizado. Una señora me preguntó cuántos alumnos tenía y me llevó unos bombones en forma de corazones para que les traiga. Fue muy interesante. Ella no hablaba español y yo no hablo alemán, pero pudimos entendernos. Casi mágico. La recuerdo siempre.

Durante el ultimo periodo te estuviste dedicando al relato corto o microficcion, como definirías a este genero?, nos contás un poco de lo que va?
Hay muchas definiciones sobre la microficción y muchas denominaciones. Lo interesante es que su identidad se diluye por estas cuestiones… Pero creo que la manera más acertada es decir que la microficción incluye a todos los textos de ficción breves, de hasta una carilla de extensión. Obviamente, el microrrelato presenta acciones y sorprende. Es como la llama de un fósforo, que se enciende, alumbra, se apaga y aun queda su resplandor. La metáfora del relámpago es mucho mejor. Pero quería innovar, jajaja…
Respecto a cómo me va, creo que bien. Mis textos se leen en varias universidades del país y de Europa. Hace poco me publicaron en una revista que se distribuye en Italia, Albania y Grecia. Están traduciendo unos micros al francés. Tradujeron algunos al italiano (que se publicaron en una antología), al alemán… bah. creo que lo más importante es que me divierto escribiendo. Me encanta que se lean mis textos, los traduzcan, los reescriban, los destrocen, etc. que el lector haga lo que quiera con ellos. Siento que si alguien puede disfrutar de algo que yo hice o empatizar con mis palabras, ya está. Las universidades, premios, reconocimiento, publicaciones son algo que llegan (tarde o temprano). No deja de asombrarme cuando alguien me dice que ha leído algo escrito por mí.

Estás trabajando en un nuevo libro? Cuál fué tu último libro publicado?, se lo consigue?, dónde?, cómo hacemos?

Estoy trabajando en un libro de poemas. Sabés que estoy dando clases en contextos de encierro y tengo unos poemas sobre el encierro, la soledad y la libertad, al que le estoy dando forma. Quisiera que salga antes del Festival Sumergible…
El libro anterior es "Animales feroces", con la ed. macedonia y ni yo tengo un ejemplar… jajaja Pero se consigue en algunas librerías y por mercado libre.

Que autor estas leyendo en estos momentos o nos recomendás para este septiembre?

Estoy leyendo mucha teoría para mi especialización en Educación en Contextos de Encierro. Que encanta. Me muestran algunas partes de realidad que o no veía o no quería ver.
Pero siempre me acompaña Coetzee. Ahora sacaron una edición con tres de sus mejores novelas "Recuerdos de provincia", que te despierta múltiples emociones. Y te hace reflexionar sobre la condición humana, más allá del contexto…
No sé recomendar lecturas. Creo que cada lector hace sus propios caminos. Pero hay que leer a Coetzee, a García Márquez, a Borges, a Alejandra Pizarnik, a Pamuk… hay que leer. Está bueno. Es contagioso. Hace unos meses mis alumnos de Los Lapachos me engancharon con "Los juegos del hambre" y me encantó. Ahora, mi hija los está leyendo y se los pasa a sus amigas. No importa tanto lo que se lee sino qué hacés con eso.
Esta semana leí "EL paseo"; de Silvio Matoni que está publicado por la editorial ELoísa Cartonera y te lleva a lugares insospechados. Lo releés y viajás a otros… La lectura y la relectura te abren paso a la imaginación. Te instalan en otros mundos, abrís otros caminos, te divertís, disfrutás, conocés… Apología de la lectura, jajaja

Compartís con nosotros algunos de tus textos?

Te mando unos textos en los que trabajo. El de "ni en tus peores pesadillas" me encanta…
perdón por tanto palabrerío… te mando un abrazo
Ildiko

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Compartimos junto a esta entrevista tres textos de Ildiko Nassr, y en unos días adjuntamos más de los textos que nos envió. Muchas gracias Ildiko!.

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lecturas


Mientras leés sin leer
echando un vistazo
a las palabras que te llaman la atención
una paloma entra al aula vacía.
(hoy no ha venido ningún alumno,
¿será por la tormenta?
¿se habrán inundado sus casas?)
Mirás el cielo azul
y pensás en lo rápido que todo cambia
Un portero interrumpe tu contemplación
con su ruido de baldes y trapos
chirridos de puertas
arrastre de mesas y sillas
Tu casa se había inundado
y mojaste tus papeles: informes y apuntes
Pero no quisiste que fueran ellos
los que sufran el dolor del aula vacía
y limpia

Pensamientos


 
Los pensamientos estaban prohibidos para las mujeres entonces. Por eso cuando el hombre se acercó y sospechó algo, ellas se callaron.
Eran concubinas esperando a su caballero. Llegó con la impuntualidad de los que mandan. Las mujeres aprovecharon el tiempo juntas, para instalar una nueva forma de gobierno. Someterían a los hombres y les prohibirían pensar.


Mujeres

Una mujer estudia inglés después del trabajo. Otra mujer compra una bicicleta y aprende a andar en el patio de su casa. Una tercera mujer escribe cuentos fantásticos y poemas de amor y aventuras. La última, tiene un amante varios años más joven al que le paga una pequeña fortuna que le roba a su marido.
Todas con un único deseo: ser libres.

 

Ni en tus peores pesadillas


 
Lo peor son las puertas que se van cerrando detrás tuyo. El sonido de los cerrojos que se cierran a tu paso. Ese laberinto que se va formando mientras caminás para llegar a tu lugar de trabajo. Te cruzás con personas a las que no mirás. Son solo uniformes que se desplazan y rara vez responden tu saludo. Te sentís insegura. Como si algo te faltara. Como si no pudieras pedir ayuda. Como si cada puerta que se cierra fuera una posibilidad menos de escapar. Acaso la sensación será similar a la que el Dante le dio a sus círculos del infierno. Acá no son círculos, son pasillos interminables, cuyas puertas se cierran después de que las atravesás. No hay vuelta atrás. No hay lugar para los débiles aquí. Quienes no tienen la fortaleza de seguir, pierden la chance de salir.
Pensás en el calor de tu hogar, en las manos pequeñas de tu hija. En los cuadros que adornan tus paredes, en las risas de los amigos. Y te preguntás qué te hace venir a este lugar.
Caminás con la mirada hacia el piso. Tus zapatos están sucios, llenos de tierra. Tuviste que caminar cuatro cuadras sin asfaltar para llegar. El jardín compensa la desolación y el cúmulo de sensaciones negativas. Virreinas. Por doquier. Nunca imaginaste hacer este recorrido nefasto. Ni en tus peores pesadillas.
Seguís caminando lentamente, con uniformes y miradas penetrantes que pasan a tu lado y que decidís omitir.
Hasta que ves su sonrisa esperándote (eso te gusta pensar: que te espera. Sabe que vas a venir y cuenta los minutos para verte llegar). Recién entonces entendés porqué venís al infierno dos veces por semana.

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