Reto de lectura

Marzo: leer un libro de un autor de tu país

ildiko nassr, Jujuy, 2019

Terminó un nuevo mes y seguimos con el reto de lectura. Marzo trajo algunos libros de escritoras amigas o amigas escritoras. Una escritora amiga es una escritora que, aunque no conozcamos, nos sentimos cercanas y quisiéramos ir a tomar algo con ella y conversar largamente. Nos conmovimos o reímos con su obra. Empatizamos y sentimos varias veces durante la lectura que aquello lo podríamos haber escrito nosotras. En cambio, las amigas escritoras son amigas que escriben y, cuando leemos sus obras, inevitablemente buscamos indicios de su vida. Hemos sido parte del proceso productivo de ese libro que tenemos entre las manos y disfrutamos su logro como propio. Sus palabras nos dicen y nos remiten a momentos compartidos. Es difícil hacer una reseña de esos libros porque perdemos la objetividad. El orgullo de tener una amiga escritora es tan grande que nubla nuestros sentidos y nos provoca una felicidad inconmensurable.

En marzo, los libros con los que me encontré fueron: EL LIBRO DE LAS FLORES, de Nélida Cañas y OÍD EL RUIDO DE ROTAS METÁFORAS, de Caro Fernández.

EL LIBRO DE LAS FLORES es un pequeño y exquisito libro de poemas muy breves que nos llaman a la inasibilidad de lo efímero; a la belleza de lo simple que se manifiesta en una flor; a las flores que son eso y mucho más (y otra cosa). ¿Cuánto tiempo dura la belleza? ¿Qué impacto nos deja el detalle de una flor en la mirada, en el cuerpo, en el alma? Los sentidos explotan ante una flor: primero la mirada, luego los aromas, el tacto… es una experiencia única e irrepetible la del encuentro con algunas flores. Calan hondo y dejan huellas en el alma. La poeta desea captar ese instante y registrarlo en el poema. El poema capta la imagen sensorial y la eterniza. Acaso, de alguna manera, creando un nuevo lenguaje, nuevas experiencias, con el deseo de nombrar aquello que aún no tiene nombre.

Dice la poeta:

inventando un lenguaje

hecho de ideogramas perfumados

-un lenguaje de luz de luna

y

efímeras constelaciones-

dijo

lo no callado

de la flor

Nélida Cañas: El libro de las flores. Ediciones de La Eterna. Tucumán, 2014.

En Oíd el ruido de rotas metáforas, Caro Fernández utiliza todos los recursos de la microficción y hace del lector, un cómplice. Es un libro impecable, como lector, sentís la necesidad de llamar a la escritora e implorarle un nuevo libro, porque los setenta y seis microrrelatos del libro te dejan con ganas. Querés seguir descubriendo esos microuniversos donde Caro se interpela e interpela al lector, donde aborda los lugares comunes y los explota; toma algunas metáforas y las resignifica. Utiliza en sentido literal expresiones del acervo popular y te arranca una sonrisa, pero te deja pensando. Multiplica las posibilidades de lo real, avanza por sus bordes y se desborda. Son textos estructuralmente muy bien planteados y nos hace un recorrido (no muy explícito, ya que, recordemos, la figura retórica favorita de este tipo de textos es la elipsis –aquello que no se dice pero se entiende-) por sus lecturas y obsesiones (en el buen sentido, y viceversa).

Con humor y sarcasmo, Caro descubre realidades ocultas y las ficcionaliza. Este es de esos libros que querés tener en tu biblioteca para volver a leerlos.

Va una mínima muestra:

Literalmente

Nunca pude olvidarlo, fueron años de terapia para recuperar mi autoestima. Cuando la casualidad nos cruzó aquel día, sentí que el tiempo retrocedió. La mujer adulta y segura de sí misma volvía a ser la jovencita despreciada de la que se burló con su sonrisa vanidosa  y sus modos seductores. Respiré hondo y demostrando mi supremacía le arranqué un beso. En realidad, parte de la arcada gingivodentaria cercana a la cavidad bucal, más unos centímetros del vestíbulo de la boca y la mejilla. A ver si después de esa sigue con ganas de dañar a alguien más.

 Caro Fernández: Oíd el ruido de rotas metáforas. Macedonia Ediciones. Buenos Aires, 2015.