El desafío de leer
En un recorrido por las propias lecturas, te invito a leer
ildiko nassr
Ha terminado el primer mes del
año y con él, la lectura de algunos libros de menos de 100 páginas. Hemos
aceptado un reto lector para este año que nos sugiere leer un libro por
mes.
Por si no pudiste elegir un libro
para el mes que pasó, te cuento cuáles elegí yo: (elegí varios porque son los
que leí este mes, además de los que tuve que leer por trabajo. Enero es
siempre, para mí, un mes de insomnio creativo en el que aprovecho las noches
para leer y para escribir)
·
LA PRESA, de Kensaburo Oé
Es un pequeño libro
de 108 páginas con una historia terrible narrada de modo magistral y con unas
descripciones excepcionales. La guerra en Japón con un niño narrador que es el
autor en su niñez. Comienza con dos niños buscando huesos-trofeo en un
crematorio. Todo el libro está al borde de lo incorrecto y lo morboso, sin caer
allí.
Se lee rápido.
Es un libro ágil y atrapante. Mucha tensión y situaciones absurdas y aberrantes
que sólo son posibles en el marco de una guerra y una ciudad aislada por la
caída de un puente en temporada de lluvias.
No conozco en
profundidad la obra de Oé pero dicen que éste es su mejor libro. Coincido. Es
un gran libro. Te llena la cabeza de imágenes y te hace pensar muchísimo.
·
HISTORIA DE MI MÁQUINA DE ESCRIBIR, de Paul
Auster
La máquina de escribir es mucho más que una
herramienta de trabajo y Paul Auster lo sabe. En este pequeño libro se incluyen
dibujos y reproducciones de cuadros que acompañan a la reivindicación de su
máquina de escribir que lo acompañó más de 50 años en su trabajo siendo testigo
de silencioso de penas y alegrías.
·
COSMÉTICA DEL ENEMIGO, de Amelie Nothomb
Este es un libro
intrigante, extraordinario. Durísimo por el abordaje que hace la autora sobre
temas tabú como la violación y el asesinato.
Con su estilo
inconfundible, desfachatado y fluido, Amelie Nothomb nos sumerge en un universo
caótico y desenfrenado a través del diálogo de dos desconocidos en un
aeropuerto.
·
A PROPÓSITO DE LAS MUJERES, de Natalia Ginzburg
Estéticamente se trata de un libro hermoso:
buen papel, linda y suave tapa, excelentes ilustraciones. Pero el contenido… el
contenido es de una terrible melancolía. Denuncias sobre la condición femenina,
interrogantes sobre la belleza, los estereotipos, la condición humana…
Es un libro hermoso y valiente en el que
los nueve relatos que lo componen son como un concierto de buena música.
·
RONDÓ PARA BEVERLY, de John Berger
Luego de la
muerte de su esposa, John se siente desolado y, al escuchar un rondó la
recuerda y siente su presencia. Conjuga su voz con la de su hijo Yves Berger en
un canto de celebración por haber compartido una vida con una mujer
extraordinaria como fue Beverly Berger.
El libro incluye
dibujos e imágenes tanto de John como de Yves.
·
EL ARTE DE LA FICCIÓN, de James Salter
Este libro reúne
tres conferencias dictadas por Salter en la Universidad de Virginia. De clara y
contundente, reflexiona sobre la tarea del escritor. Hace preguntas, marca un
itinerario de sus lecturas, de su propia experiencia y nos involucra con sus palabras
claras, elegantes, agudas. Lector insaciable y crítico, nos invita a leer (o
releer) a los grandes maestro de la novela. Marca los límites entre ficción y
realidad, y nos advierte sobre la dificultad que supone escribir ficción.
Enero ha sido un
mes de muchas lecturas y de algunas relecturas. Lo bueno de releer es que
descubrís nuevos elementos que habían pasado desapercibidos en la primera
lectura. Te reencontrás con elementos conocidos pero siempre hay algo nuevo. Es
el placer de los zapatos viejos: ese misterio entre la comodidad y la novedad.
Sabés que te quedan a la perfección, que te sientan bien, sabés que combinan
pero un día decidís combinarlos con algo nuevo, los mirás como si fuera la
primera vez y renovás tu compromiso. Te volvés a enamorar como si fuera la
primera vez y ese amor es más fuerte porque tiene historia, porque te recuerda
todo lo que vivieron juntos. Sí, es un fetichismo el que tenemos las mujeres con los zapatos y siempre estamos
buscando uno mejor, uno que nos sorprenda. Acaso sucede lo mismo con los
libros. Buscamos la novedad pero siempre volvemos a aquellos con los que
construimos recuerdos. Como con el hombre amado.
¡Ah! El amor por
los libros y por los zapatos no se compara con el amor por una persona. Pero es
tan parecido...
Buena vida y
buenas lecturas
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