Sabores

He probado la carne humana. Es lo más delicioso. Un sabor ancestral inundó mi ser y aluciné con toda la historia de la humanidad en ese trozo de carne de mujer.
Desde entonces, vivo obsesionado con ese sabor y las sensaciones que provoca.
Lamentablemente, pocas mujeres se adentran en la sabana.
Y la carne de hombre sabe a corrupción.
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