Ser escritora: lo primero es tomar una decisión ¿Es lo mismo ser escritor que ser escritora? ¿Basta con escribir todos los días para ser escritora? ¿Qué lugar ocupa la lectura en el trabajo cotidiano del escritor? Para ser escritora, primero hay que ser otras cosas. Probar otros oficios: telefonista, conductora, empleada de comercio, mesera… vivir otras vidas. Frustrarse para que el deseo de ser escritora se fortalezca. La literatura te da mucho, pero te pide la vida. Viajes, fotos, firmas de libros, risas, invitaciones… son sólo algunas de las múltiples acciones que aparecen cuando una toma la decisión de dejarlo todo para escribir. El camino más certero para sobrevivir es el de la docencia. Pero, lo sabemos, nos consume toda la energía y procastinamos el deseo de escribir. Cuando me jubile, cuando mis hijos crezcan, cuando tenga más tiempo, cuando terminen los exámenes… y el tiempo no llega. A la noche, luego de alimentar a la familia (incluidas las mascot...
Algunos placeres se potencian cuando los unimos. Es propicio dejar de lado quejas y situaciones negativas y recuperar algunos rituales que nos configuran como personas. El té aparece en escenas cotidianas y rutinarias, cercanas a lo automático; y en escenas literarias que nos roban una sonrisa. ¿Quién no quiso compartir una tarde de té con el Sombrerero Loco? o ¿quién no recuerda las migas de magdalena empapadas en el té de "En busca del tiempo perdido"? Té inspiro ¿Dónde buscar inspiración? Un escritor siempre está atento a lo que lo rodea. Es bueno estar en estado de expectación, atentos a los detalles de lo que sucede a nuestro alrededor. Tomar notas. Llevar un diario de escritura (o de imposibilidad. Como decía Kafka: “Ante la imposibilidad de escribir, escribir” y así llegará la tan mentada inspiración). Té escribo Escribir es un ejercicio. Y como todo ejercicio, mientras más se entrena, mejor nos sale. La práctica hace al maestro. Lo que en un principio nos ...
Comentarios